S.2.7 El Cementerio del Viejo Molino
Carmen.....Jolin Monre-Tyler.............Agente de la CIA, piloto de helicóptero, primo de Robert......POD 12
Lvis..........Mary Ann Monroe-Tyler.....Ingeniero aeronáutico de la NASA, esposa de Jolin...............POD 12
Galileo......David Monroe-Tyler..........Fotógrafo, artista, ocultista aficionado, primo de Robert.......POD 12
Mientras están en el hospital, una vez han atendido a David y le han curado el tobillo (que le han vendado y aún le duele), los investigadores empiezan a atar cabos. El encuentro en la casa funeraria ha confirmado buena parte de sus sospechas, hay "algo" que habita en el Cementerio del Viejo Molino, y que está relacionado con la desaparición del cadáver de su primo. Algo horrible, blasfemo y antiguo, muy antiguo. Por otra parte saben que los Myers tenían alguna relación con ello, y que el doctor Tyler y el sheriff Clemmens podrían tenerla, o tratar de ocultarlo. Saben que su primo estuvo investigándolo antes de su muerte "accidental", y que su padre había muerto años antes en otro "accidente" tal vez por la misma razón. Saben que están solos en esto y que si no revelan la verdad, nadie lo va a hacer. Y saben que el lugar a donde todo conduce es el Cementerio del Viejo Molino.
Por otra parte está el hecho de que ese "algo" sin duda existe, y tiene que ver con los temas que Robert estaba estudiando justo antes de su muerte repentina. Los tres libros que recogieron en su habitación tienen relación con leyendas sobre ancestrales devoradores de cadáveres, recogidos en la mitología de todas las culturas, y que horadan túneles bajo los lugares donde los humanos entierran a sus muertos para poder alimentarse de ellos sin ser vistos. Puesto que son antiguos, habitan en los cementerios más antiguos, cementerios como el del viejo molino.
Prudentemente, deciden investigar el lugar de día, momento en el que correrán menos peligro, puesto que todo está a la luz del sol y visible, hay otros visitantes, etc. Cuentan con la pista de la familia Wilkins, y finalmente obtienen resultados cuando dan con el mausoleo de los Wilkins, fácilmente distinguible gracias a que es visiblemente más antiguo que el resto, y, como es natural, parece descuidado desde hace mucho tiempo.
Consiguen abrir la puerta del mausoleo haciendo palanca y entran sin problemas. Tras inspeccionar brevemente la pequeña y abandonada edificación, mueven un panel de piedra que está suelto y ven detrás de él un túnel excavado en el suelo de la cripta. Este pasillo sucísimo y estrecho conduce a las profundidades subterráneas... un terrible hallazgo que perturba a los investigadores. ¿Son ciertas las leyendas? Los investigadores se concentran entonces en averiguar todo lo que pueden sobre ellas. Según parece, hay un dato aun más perturbador: estas criaturas al nacer se parecen horriblemente a los bebés humanos, y pueden ser intercambiados para ser criados como humanos. El cambio a su verdadera naturaleza no tiene lugar a cierta edad, sino cuando los seres son conscientes de lo que son, y empiezan a vivir como lo que son, momento en el que desarrollan sus apetitos necrófagos y sus hábitos noctámbulos y terribles.
A partir de aquí los investigadores llegan a dos especulaciones: la primera, que el cadáver de Robert fuera preparado para alimentar a tan indeseables comensales, por razones innombrables. Y la segunda, aun más terrible, es que su verdadero primo fue intercambiado al nacer por aquél al que conocieron como "Robert", y que nunca fue humano.
A Jolin se le ocurre que una manera de desmentir o corroborar la segunda posibilidad es un análisis de ADN. Podrían recoger restos de un peine, un cepillo de dientes o algo que tuviera un rastro genético de Robert y enviárselo a sus compañeros de la CIA para que le hagan un análisis como favor personal. Todos están de acuerdo y vuelven a la casa de los Monre-Tyler (aprovechando que aún tienen las llaves) para conseguir algo analizable y resolver tan terrible duda. Mientras, se dedican a prepararse para una posible "expedición" por el túnel que sale del mausoleo de los Wilkins.
Por otra parte está el hecho de que ese "algo" sin duda existe, y tiene que ver con los temas que Robert estaba estudiando justo antes de su muerte repentina. Los tres libros que recogieron en su habitación tienen relación con leyendas sobre ancestrales devoradores de cadáveres, recogidos en la mitología de todas las culturas, y que horadan túneles bajo los lugares donde los humanos entierran a sus muertos para poder alimentarse de ellos sin ser vistos. Puesto que son antiguos, habitan en los cementerios más antiguos, cementerios como el del viejo molino.
Prudentemente, deciden investigar el lugar de día, momento en el que correrán menos peligro, puesto que todo está a la luz del sol y visible, hay otros visitantes, etc. Cuentan con la pista de la familia Wilkins, y finalmente obtienen resultados cuando dan con el mausoleo de los Wilkins, fácilmente distinguible gracias a que es visiblemente más antiguo que el resto, y, como es natural, parece descuidado desde hace mucho tiempo.
Consiguen abrir la puerta del mausoleo haciendo palanca y entran sin problemas. Tras inspeccionar brevemente la pequeña y abandonada edificación, mueven un panel de piedra que está suelto y ven detrás de él un túnel excavado en el suelo de la cripta. Este pasillo sucísimo y estrecho conduce a las profundidades subterráneas... un terrible hallazgo que perturba a los investigadores. ¿Son ciertas las leyendas? Los investigadores se concentran entonces en averiguar todo lo que pueden sobre ellas. Según parece, hay un dato aun más perturbador: estas criaturas al nacer se parecen horriblemente a los bebés humanos, y pueden ser intercambiados para ser criados como humanos. El cambio a su verdadera naturaleza no tiene lugar a cierta edad, sino cuando los seres son conscientes de lo que son, y empiezan a vivir como lo que son, momento en el que desarrollan sus apetitos necrófagos y sus hábitos noctámbulos y terribles.
A partir de aquí los investigadores llegan a dos especulaciones: la primera, que el cadáver de Robert fuera preparado para alimentar a tan indeseables comensales, por razones innombrables. Y la segunda, aun más terrible, es que su verdadero primo fue intercambiado al nacer por aquél al que conocieron como "Robert", y que nunca fue humano.
A Jolin se le ocurre que una manera de desmentir o corroborar la segunda posibilidad es un análisis de ADN. Podrían recoger restos de un peine, un cepillo de dientes o algo que tuviera un rastro genético de Robert y enviárselo a sus compañeros de la CIA para que le hagan un análisis como favor personal. Todos están de acuerdo y vuelven a la casa de los Monre-Tyler (aprovechando que aún tienen las llaves) para conseguir algo analizable y resolver tan terrible duda. Mientras, se dedican a prepararse para una posible "expedición" por el túnel que sale del mausoleo de los Wilkins.
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