LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP - CC- 5a6.07
EL SEGUNDO DÍA EN LESSER EDALE
Miguel Ángel (1).....Josefina Pérez...........Ocultista
Lvis (7).................John Fraxon...............Científico químico
Al día siguiente, los investigadores desayunan con Tumwell, que está bastante descompuesto. Aprovechan para interrogarle a fondo, y llegan a la conclusión de que quizá las cosas no son como Tumwell dijo en principio... Los investigadores piensan que tal vez su preocupación por la verdad se ha confundido un tanto con sus lógicas preocupaciones por su empleo y su reputación. Según les confiesa Tumwell, desde los ataques nada es lo mismo, y de cuando en cuando por la noche se oyen los terribles aullidos. El reverendo actúa de forma extraña desde los crímenes y se encierra en la vicaría por la noche a trabajar, pasándose horas y horas.
Pérez, basándose en sus conocimientos de ocultismo, informa al escéptico Fraxon de que es posible que se encuentren ante un caso de Hombre-Lobo (N. del G.: recordemos que en los años 20 no había toneladas de información sobre el tema, ni películas, ni libros ni comics, como ocurre ahora). Según el ciclo lunar, aún quedan dos noches de luna llena, por lo que actúan contrarreloj. Aunque sería bueno que antes intentasen recoger algo más de información.
En la calle el ambiente no es en absoluto el mismo de ayer; todos los habitantes han perdido su alegría, y están tristes, taciturnos y cansados; obviamente ninguno ha dormido esta noche. Los investigadores van a la clínica veterinaria, que guarda el informe forense de las víctimas (ya que éstas fueron atacadas por un animal). Según parece, la clínica da servicio a la parte superior del valle y a las zonas adyacentes, y no se han vuelto a registrar casos de ataques similares. En cuanto a lo que lo produjo, el veterinario dice que sin duda se trata de un perro de gran tamaño, ya que las marcas de los dientes pertenecen a un cánido. Sin lugar a dudas un animal asilvestrado que ya no tema al hombre, como se deduce del salvajismo de los ataques.
Acuden al Castillo Plum a entrevistarse con Sir Arthur; no sacan en claro nada de valor, a parte de reconocer el terreno para futuras “expediciones” al castillo, que la puerta principal del castillo no se usa desde hace 270 años por lo que se accede por las laterales, y que los Vane tienen una preciosa biblioteca en un cuerpo construido siglos más tarde que la ciudadela.
Pérez, basándose en sus conocimientos de ocultismo, informa al escéptico Fraxon de que es posible que se encuentren ante un caso de Hombre-Lobo (N. del G.: recordemos que en los años 20 no había toneladas de información sobre el tema, ni películas, ni libros ni comics, como ocurre ahora). Según el ciclo lunar, aún quedan dos noches de luna llena, por lo que actúan contrarreloj. Aunque sería bueno que antes intentasen recoger algo más de información.
En la calle el ambiente no es en absoluto el mismo de ayer; todos los habitantes han perdido su alegría, y están tristes, taciturnos y cansados; obviamente ninguno ha dormido esta noche. Los investigadores van a la clínica veterinaria, que guarda el informe forense de las víctimas (ya que éstas fueron atacadas por un animal). Según parece, la clínica da servicio a la parte superior del valle y a las zonas adyacentes, y no se han vuelto a registrar casos de ataques similares. En cuanto a lo que lo produjo, el veterinario dice que sin duda se trata de un perro de gran tamaño, ya que las marcas de los dientes pertenecen a un cánido. Sin lugar a dudas un animal asilvestrado que ya no tema al hombre, como se deduce del salvajismo de los ataques.
Acuden al Castillo Plum a entrevistarse con Sir Arthur; no sacan en claro nada de valor, a parte de reconocer el terreno para futuras “expediciones” al castillo, que la puerta principal del castillo no se usa desde hace 270 años por lo que se accede por las laterales, y que los Vane tienen una preciosa biblioteca en un cuerpo construido siglos más tarde que la ciudadela.
Sir Arthur Vane
Eloísa Vane
También intentan entrevistarse con las familias de las víctimas; desgraciadamente, no tienen el tacto suficiente para hablar ni con los Osgood ni con los Parkins, y Harold Short es soltero y aún se está recuperando en casa de un hermano en Norfolk, demasiado lejos para ir y volver antes de que se acaben las noches de luna llena. Sin embargo se enteran por el dependiente de La Mercantil que un tal Tom Corty afirma sospechar que Lawrence Vane tiene algo que ver (aunque esto lo piensan muchos habitantes del pueblo), ya que los ataques comenzaron al poco de volver Lawrence a Lesser Edale.
Tom Corty accede a hablar con los investigadores del asunto. Declara vivamente haber visto a Lawrence cerca de la casa de los Parkins la noche del crimen. Corty dice que el joven Vane parecía abstraído, y que volvía apresuradamente de la dirección de casa de los Parkins. Tumwell y sus superiores interrogaron a Lawrence, declarándole inocente, pero Parkins tiene la impresión de que protegían del escándalo a la familia Vane, puesto que forman parte de la nobleza local. Afirma amargamente que los Laboristas tienen que corregir tamaña injusticia de clase y aprovecha para sermonear a los investigadores durante algunos minutos sobre el poder político en Gran Bretaña.
Después de comer vuelven a Derby, que es más grande, para visitar la joyería y coger unos cuantos artículos de plata, que llevan a un armero para que les haga proyectiles de plata para sus armas de fuego; le dan un sustancioso plus para evitar rumores. El anonadado armero les dice que por mucho que le paguen no puede hacer milagros, y que las balas no estarán listas hasta mañana, en particular si desean que no sean meramente decorativas.
Los investigadores vuelven a Lesser Edale a pasar la noche y los terribles aullidos se repiten. Es imposible decir de que dirección vienen, pero no es de muy lejos. Algo siniestro está ocurriendo en Lesser Edale, y se les acaba el tiempo.
Tom Corty accede a hablar con los investigadores del asunto. Declara vivamente haber visto a Lawrence cerca de la casa de los Parkins la noche del crimen. Corty dice que el joven Vane parecía abstraído, y que volvía apresuradamente de la dirección de casa de los Parkins. Tumwell y sus superiores interrogaron a Lawrence, declarándole inocente, pero Parkins tiene la impresión de que protegían del escándalo a la familia Vane, puesto que forman parte de la nobleza local. Afirma amargamente que los Laboristas tienen que corregir tamaña injusticia de clase y aprovecha para sermonear a los investigadores durante algunos minutos sobre el poder político en Gran Bretaña.
Después de comer vuelven a Derby, que es más grande, para visitar la joyería y coger unos cuantos artículos de plata, que llevan a un armero para que les haga proyectiles de plata para sus armas de fuego; le dan un sustancioso plus para evitar rumores. El anonadado armero les dice que por mucho que le paguen no puede hacer milagros, y que las balas no estarán listas hasta mañana, en particular si desean que no sean meramente decorativas.
Los investigadores vuelven a Lesser Edale a pasar la noche y los terribles aullidos se repiten. Es imposible decir de que dirección vienen, pero no es de muy lejos. Algo siniestro está ocurriendo en Lesser Edale, y se les acaba el tiempo.
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