LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP- CC- 5.00

CAPÍTULO V: AUSTRALIA



AUSTRALIA EN LOS AÑOS 20

Australia en los años 20 es un país moderno construido sobre tradiciones inmemoriales. Las distancias y los viajes son aquí de envergadura continental.
En esta época, Australia es un dominio independiente integrado dentro de la Commonwealth británica. Desde el punto de vista interno, es una federación. Por ejemplo, el gobierno federal australiano no se decidió a establecer unos impuestos centrales significativos hasta el año 1942. Lo mismo ocurrió para unos anchos de vía uniformes, que eran un recuerdo de los tiempos no muy lejanos en que únicamente los barcos comunicaban las diferentes colonias.
El continente australiano y en especial las dos terceras partes occidentales, es una meseta muy antigua y geológicamente estable, notable por su terreno sorprendentemente erosionado, que incluye rocas aisladas que tienen el tamaño de pequeñas montañas.
A pesar de la extensión del continente australiano, casi todos sus habitantes viven en las franjas estrechas y fértiles que se encuentran a lo largo de las costas del Este, del Sureste y del Suroeste. La mayor parte del continente está formada por terrenos desérticos o semiáridos, en los que los dispersos clanes de aborígenes vagan por sus tierras tradicionales. A lo largo de la costa septentrional se producen las lluvias monzónicas que hacen que el paisaje sea de tipo tropical. A lo largo de la vasta mayoría del continente, las temperaturas diurnas pueden llegar a sobrepasar los 37°C y las temperaturas nocturnas pueden llegar por debajo del punto de congelación del agua.
En los últimos 30 años, el descubrimiento de grandes filones de oro en el Oeste (las minas de oro de Pilbarra, Kimberley y Coolgardie han propiciado la apertura de algunas regiones del interior y los ganaderos han viajado mucho más lejos en busca de nuevos pastos y merca dos. A pesar de todo, grandes regiones de la Australia Central y Occidental por encima del Trópico de Capricornio siguieron siendo poco conocidas hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Los clanes aborígenes fueron exterminados en los lugares en que los colonos europeos se establecieron a lo largo de las costas, por lo que se sabe poco de ellos; desde el descubrimiento de Australia por parte del capitán Cook, la población aborigen de Australia se ha reducido a la mitad, estando formada en 1925 por 170.000 personas. Aunque se importaron algunos trabajadores asiáticos, las rígidas leyes de exclusión promulgadas en 1901 limitaron la inmigración de personas no blancas, reduciéndola a cantidades poco importantes. El total de la población blanca y aborigen de Australia suma alrededor de 1 millón de personas.
En los años 20, Australia es una tierra tosca; son raros los académicos y las personas de igual categoría. Las altas esferas de Australia pueden proporcionar buenas pistas a los personajes, al igual que las historias más mundanas que se pueden oir en las tabernas, en las que los paisanos beben sorprendentes cantidades de las excelentes cervezas australianas ("lager").

LA TIERRA: Australia es el más seco, llano y pequeño de los cinco continentes. En los años 20 es tan grande como los Estados Unidos continentales (unos 7.800.000 kilómetros cuadrados), pero sólo tiene una pequeña fracción de la población de ese país, superando la barrera de los 6 millones en 1925.
Tres cuartas partes del terreno es "afuera", vastas llanuras más allá de las áreas colonizadas. Una salvaje cadena montañosa, la Gran Cordillera Divisoria, se extiende desde el norte de Queensland hasta Tasmania. En el Norte, las estribaciones orientales de las montañas están cubiertas por una selva tropical. Más al Sur, al oeste de Sydney, donde el clima es más templado, hay bosques de eucaliptos. Algo más al Sur se encuentran los Alpes Australianos: aquí es común encontrar nieve en invierno. Muchos ríos corren al Este de la Gran Cordillera Divisoria, alimentando la fértil franja costera.
En las estribaciones occidentales, los torrentes fluyen hacia las llanuras sin límite, acabando por desaparecer en el desierto o en los lagos salados. Inmediatamente más allá de las montañas hay llanuras de pastos descendentes, utilizadas para establecer granjas. Las regiones más interiores aún han sido menos colonizadas si cabe y se pueden encontrar grandes rebaños de vacas y ovejas, que beben agua extraída de agujeros taladrados en la tierra con una profundidad de entre 15 y 170 metros. Más allá de estos criaderos o granjas se encuentra el corazón árido o centro de Australia, donde vive la mayoría de los aborígenes supervivientes.
Australia es una tierra árida. Hay excepciones: al suroeste de la Llanura Darling fluye el importante sistema fluvial Swan-Avon, que llega hasta el Océano Indico por Perth. En el Norte, la estación de los monzones (de diciembre a abril) hace que muchos ríos fluyan, bajando luego de nivel hasta que, en noviembre, se reducen a una serie de charcas aisladas.
Las tierras sin colonizar de Australia forman un paisaje colorista y aborrecible de arena roja, llanuras de pedruscos, cordilleras rocosas y terrenos de monte bajo y espinoso. Los lagos interiores son secos, e incrustados con cristales de sal.
El norte y el noroeste presentan pantanos, manglares y bosques que hacen que viajar por tierra a su través sea imposible, mientras que mortales arrecifes obstaculizan cualquier acercamiento por mar. Muchos kilómetros de las costas meridionales y orientales se encuentran bloqueados por grandes acantilados. Sin embargo, Australia se enorgullece de muchas playas grandes y bellas.

EL CLIMA: Unas dos quintas partes de Australia se encuentran en la zona tropical, mientras que el resto es más templado. El norte de Australia tiene un clima parecido al de la India o el Sudán, mientras que los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur son más parecidos a California o al Sur de Francia.
Naturalmente, las estaciones son las inversas que en el Hemisferio Septentrional, con veranos que duran de diciembre a febrero, otoños de marzo a mayo, inviernos de junio a agosto y primaveras que van de septiembre a noviembre.

CÓMO LLEGAR: En los años 20, no hay servicio aéreo con Australia. El Océano Pacífico fue cruzado en avión por primera vez en 1928 y el primer vuelo directo de Australia al Reino Unido se produjo en 1936. Los barcos son la única manera de llegar al continente.
Australia estaba bien conectada con el resto del mundo por medio de un telégrafo de cable instalado en los primeros años de la década de 1870. Sin embargo, la primera llamada por radioteléfono es la que se produjo entre los dos primeros ministros de Australia y Gran Bretaña en 1930. Incluso entonces, durante muchos años las llamadas telefónicas desde los EE.UU. debían primero atravesar Inglaterra para poder llegar a Australia.
El correo aéreo entre Australia e Inglaterra no se regularizó hasta 1934 y con los EE.UU. no lo hizo hasta 1937. Los investigadores deberán esperar ansiosamente los extractos deseados del Necronomicón, que llegarán desde la Universidad de Miskatonic por correo marítimo (lo que supone un viaje de entre seis semanas y tres meses).

COMUNICACIONES INTERNAS: El correo viaja principalmente por tierra. El servicio regular de correo aéreo entre las principales ciudades no aparece hasta los años 30.
Los teléfonos no son frecuentes. Por el año 1929 ya se habían instalado medio millón de teléfonos, pero muchas áreas rurales carecían de teléfono en muchos kilómetros a la redonda. Brisbane no estuvo conectada con los otros estados hasta 1923 y Perth tuvo que esperar hasta 1930.
Por otra parte, los cables del telégrafo atraviesan el país y en 1929 se inauguró un servicio pictográfico entre Sydney y Melbourne.
El telégrafo sin hilos hizo su aparición durante los años 20, con muchas emisoras de radio en funcionamiento a partir de 1923. El nuevo sistema de telegrafía sin hilos de la isla fue una bendición para los asentamientos remotos.
En las llanuras desérticas, la palabra se propaga a la misma velocidad que su medio de transporte. El telégrafo terrestre cruza Australia de una punta a otra, formando una línea vital de comunicación. Sin embargo, los mensajes retransmitidos a una estación de la línea, al igual que el correo que haya sido entregado, deben esperar a que el receptor venga y los recoja. La manera más segura de hacer que un mensaje se propague por las llanuras desérticas es llevarlo uno mismo.

EL FERROCARRIL: El ferrocarril es la forma más común de viajar de un estado a otro en los años 20. Las líneas se extienden por los márgenes del país, en especial en el Este y en el Sur, que es donde vive la mayor parte de la población. La última gran línea de ferrocarril se inauguró en 1917, uniendo Perth con el resto de los estados orientales. Sin embargo, no se completaron todas las líneas de menor importancia. No fue posible realizar un viaje directo entre Brisbane y Cairns hasta 1924 y no se podía llegar al Territorio del Norte desde Australia Meridional hasta el año 1929.
Los trenes a vapor son el transporte público más rápido disponible. Un viaje de Melbourne a Sydney dura 17 horas y media, mientras que uno de Brisbane a Sydney dura unas 23 horas. El principal problema de las líneas de ferrocarril son los cambios en los anchos de las vías. Originalmente, las líneas eran construidas por diferentes gobiernos estatales, que por ello usaban anchos de vía diferentes. Por ello, es necesario cambiar de tren cada vez que se cruza la frontera de un estado.

NAVÍOS: El vapor es una alternativa al ferrocarril. Las leyes proteccionistas en vigor prohíben a cualquier vapor no australiano que lleve pasajeros entre las capitales de los estados, de modo que hay toda una serie de compañías locales que realizan este tipo de transporte. Los viajes raramente duran más de dos días. Para que los pasajeros embarquen y desembarquen en las pequeñas ciudades costeras, suben a bordo de pequeñas lanchas costeras mientras el vapor ancla cerca de la costa.
El vapor es también la única manera de llegar a Tasmania y tres veces a la semana hay algún barco que sale de Launceston. Darwin también se basa en el mar para llegar al resto de Australia. Los barcos son también el mejor medio de viajar entre Perth y las Kimberley y (hasta 1924) entre Brisbane y Cairns.
El transporte fluvial no es importante. Unos cuantos barcos de vapor, que queman madera en vez de carbón, transportan mercancías a lo largo de las aguas interiores.

AUTOMÓVILES: Los australianos adoptaron el automóvil con entusiasmo. Hacia el final de la década, medio millón de coches habían sido matriculados (lo que no estaba mal para una población de casi seis millones y medio de habitantes).
Unas pocas marcas de coches se fabrican, artesanalmente, en Australia, pero la mayoría de los coches son importados o, en el caso de General Motors (desde 1926) y Ford (1925), se trata de coches fabricados en ultramar cuyas piezas son ensambladas en Australia. Los turismos son extremadamente comunes (los deportivos cuestan tres veces más).
Las carreteras son malas. En especial, las carreteras del campo son rudas, llenas de socavones y sin impermeabilizar. Las ruedas pinchadas y las averías mecánicas son frecuentes y las estaciones de servicio, casi inexistentes. Esta situación va mejorando a medida que la década transcurre y las Juntas de Carreteras van mejorando las vías; sin embargo, la Mecánica es algo imprescindible para todo aquel que piense en viajar.
La gasolina cuesta dos chelines por galón. Un coche nuevo cuesta al menos 200 libras, con un precio medio de 300 libras. En los primeros años del siglo XX, cuando todos los coches eran importados, los precios eran incluso más elevados: unas 500 libras.
Los autobuses a motor están haciendo muchos progresos, pudiendo llegar más lejos que la red ferroviaria del país. Estos potentes vehículos de turismo pueden cubrir unos 250 Km diarios, llevando un trailer de dos ruedas cargado de sacas de correo y equipaje.

OTRAS MANERAS DE VIAJAR: Australia es en los años 20 una nación con el pensamiento muy puesto en el aire, siguiendo con entusiasmo cómo se van estableciendo nuevas marcas. En 1922, hay 30 compañías de alquiler de aviones; existe un servicio aéreo regular en el centro de Queensland y en el noroeste. La línea Adelaida-Sydney se inaugura en 1925 y es lentamente seguida por otras (por ejemplo, Perth-Adelaida en 1929). En general, los investigadores que tengan prisa deberán alquilar un avión.
Los vehículos comerciales de pasajeros tirados por caballos dejaron de tener representación en el mundo de las empresas en 1924, cuando el último servicio de diligencias Cobb & Co. cerró en Queensland. Sin embargo aún es común encontrar carretas y calesas particulares, en especial en el campo (los coches no pueden cruzar ríos cuando su nivel ha subido). Grupos de caballos, bueyes y camellos se usan aún para el transporte a gran escala, pero están siendo gradualmente sustituidos por el motor. El uso de tractores aún no se ha extendido ya que éstos son demasiado caros, por lo que los animales aún hacen la mayor parte del trabajo en las granjas.

NOTAS PARA LOS VIAJEROS: Cada capital tiene un sistema de transporte público, con sus propias características locales. Todas las grandes ciudades tienen un sistema de tranvías, la mayoría de los cuales son eléctricos, aunque hay unos pocos que funcionan por cable. Hay servicios de transbordador, sobre todo en Sydney, donde se usan para enlazar los dos lados del puerto.
Es común ver carruajes a caballo en la calle: la carreta del panadero o del cervecero, el carro del lechero, los carritos de helados, etc., siguieron siendo usados durante la Depresión. Entre otras ventajas, los caballos son más fáciles de utilizar para el servicio puerta a puerta: no hay que encender y apagar el motor continuamente.
En el campo, las carreteras son malas o inexistentes. Los caballos son útiles, pero no siempre se puede confiar en ellos ya que requieren un suministro constante de hierba y agua. Los camellos (y porteadores afganos) fueron importados como alternativa al caballo, pudiendo cubrir unos 9 Km en dos horas.
Con excepción de las áreas urbanas, hay pocas carreteras para automóviles. La que va desde Darwin a Alice Springs (lo más cercano a una autopista que se puede encontrar en el Territorio del Norte) es poco más que un camino de mala muerte. Es mejor que los exploradores intrépidos se acuerden de llevar consigo gran cantidad de agua, herramientas y hachas para construir carreteras, muchos neumáticos y cámaras de repuesto, bastantes parches y un torno portátil.

Sugerencia: Para este capítulo estaría muy bien, por una parte, que tuvieras el Terror Austral de JOC, y por otra, que te leas antes los relatos de Lovecraft La Sombra Surgida del Tiempo y El Morador de las Tinieblas (si quieres los relatos de Lovecraft puedes cogerlos aquí.)


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