LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP - CC - 6.04
COMIENZA EL SHOW
Miguel Ángel (1).......Josefina Pérez.............Ocultista
Pablo (1).................Jason Dallas................Mercenario
Adrián (1)................Sofía Wells (Srta.)........Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Migu3l (5)................Kipchirchir...................Guía keniata
Dani (7)...................Choi Li.......................Ayudante del Museo de Shangai
Lvis (7)....................John Fraxon................Científico químico
Los investigadores vuelven a pie a la Concesión para dormir en su hotel (con Sofía Wells, totalmente borracha, a rastras). Aún en suelo fuera de la concesión, se topan con un grupo de piquetes que va alborotando por la calle hacia ellos. Prudentemente, se apartan a los lados para dejarles pasar. Unos dardos con somníferos impactan contra ellos y excepto Pérez y Dallas, que quedan bastante atontados, todos caen redondos (N. del G.: los hombres de Tangyu han aprovechado la cobertura del grupo de chinos para entremezclarse y disparar a los investigadores en sus narices; deciden no disparar a Wells, que va completamente borracha.)
Un grupo de media docena de chinos se separa de los verdaderos manifestantes, que se alejan calle abajo inconscientes de lo que sucede. Pérez echa a correr calle arriba y dobla la esquina más próxima mientras saca sus dos pistolas de las pistoleras, y recibe otro dardo sin efecto alguno. Dallas, más lento, saca el cuchillo y se le aproximan cinco de los seis chinos para reducirle. Wells queda ajena a todo apoyada en una pared.
Pérez empieza a disparar (con gran riesgo para sus compañeros, aunque decide usar sólo su mano buena y se reserva la segunda pistola) y hiere a dos de los chinos mientras uno de ellos le devuelve el fuego con sus cerbatanas, sin éxito. Mientras, el enorme Dallas hace lo que puede para aguantar contra los pequeños aunque peligrosos chinos con las balas de Pérez zumbando a su alrededor.
Finalmente, Pérez decide usar su magia impía para atacar a otro de los tres chinos que quedan en pie y así intentar atemorizarles y provocar su huída. Guarda las armas, se concentra, y pronuncia lo impronunciable mientras sus manos hacen los gestos que modificarán la realidad. Instantes después, uno de los chinos comienza a gritar cuando una de sus piernas se deshace y consume sin motivo aparente, y cae al suelo.
Algo golpea en la cabeza a Pérez y cae redonda, y lejos de verse intimidados, los chinos reducen rápidamente a Dallas, que ya es la única oposición activa del grupo (N. del G.: Mientras Pérez realiza el hechizo desde el techo de la casa se descuelga uno de los dos gorilas blancos amaestrados de Tangyu que le da un golpe en la cabeza para dejarla inconsciente. Los chinos, acostumbrados ya a la magia negra de Tangyu, no se ven impresionados por la de Pérez). Por último se acercan a Wells y la incapacitan sin dificultad.
Para sorpresa de los investigadores cuando despiertan, ni están muertos (o mutilados) ni se les ha quitado ningún objeto de los que portaban (ni siquiera las armas u objetos mágicos) sino que simplemente tienen atadas muñecas y tobillos y están sobre una lujosa alfombra. La sorpresa es aun mayor cuando se enteran de que no es la Orden quien les ha secuestrado, sino el poderoso, corrupto y decadente Lin Tangyu.
Miguel Ángel (1).......Josefina Pérez.............Ocultista
Pablo (1).................Jason Dallas................Mercenario
Adrián (1)................Sofía Wells (Srta.)........Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Migu3l (5)................Kipchirchir...................Guía keniata
Dani (7)...................Choi Li.......................Ayudante del Museo de Shangai
Lvis (7)....................John Fraxon................Científico químico
Los investigadores vuelven a pie a la Concesión para dormir en su hotel (con Sofía Wells, totalmente borracha, a rastras). Aún en suelo fuera de la concesión, se topan con un grupo de piquetes que va alborotando por la calle hacia ellos. Prudentemente, se apartan a los lados para dejarles pasar. Unos dardos con somníferos impactan contra ellos y excepto Pérez y Dallas, que quedan bastante atontados, todos caen redondos (N. del G.: los hombres de Tangyu han aprovechado la cobertura del grupo de chinos para entremezclarse y disparar a los investigadores en sus narices; deciden no disparar a Wells, que va completamente borracha.)
Un grupo de media docena de chinos se separa de los verdaderos manifestantes, que se alejan calle abajo inconscientes de lo que sucede. Pérez echa a correr calle arriba y dobla la esquina más próxima mientras saca sus dos pistolas de las pistoleras, y recibe otro dardo sin efecto alguno. Dallas, más lento, saca el cuchillo y se le aproximan cinco de los seis chinos para reducirle. Wells queda ajena a todo apoyada en una pared.
Pérez empieza a disparar (con gran riesgo para sus compañeros, aunque decide usar sólo su mano buena y se reserva la segunda pistola) y hiere a dos de los chinos mientras uno de ellos le devuelve el fuego con sus cerbatanas, sin éxito. Mientras, el enorme Dallas hace lo que puede para aguantar contra los pequeños aunque peligrosos chinos con las balas de Pérez zumbando a su alrededor.
Finalmente, Pérez decide usar su magia impía para atacar a otro de los tres chinos que quedan en pie y así intentar atemorizarles y provocar su huída. Guarda las armas, se concentra, y pronuncia lo impronunciable mientras sus manos hacen los gestos que modificarán la realidad. Instantes después, uno de los chinos comienza a gritar cuando una de sus piernas se deshace y consume sin motivo aparente, y cae al suelo.
Algo golpea en la cabeza a Pérez y cae redonda, y lejos de verse intimidados, los chinos reducen rápidamente a Dallas, que ya es la única oposición activa del grupo (N. del G.: Mientras Pérez realiza el hechizo desde el techo de la casa se descuelga uno de los dos gorilas blancos amaestrados de Tangyu que le da un golpe en la cabeza para dejarla inconsciente. Los chinos, acostumbrados ya a la magia negra de Tangyu, no se ven impresionados por la de Pérez). Por último se acercan a Wells y la incapacitan sin dificultad.
Para sorpresa de los investigadores cuando despiertan, ni están muertos (o mutilados) ni se les ha quitado ningún objeto de los que portaban (ni siquiera las armas u objetos mágicos) sino que simplemente tienen atadas muñecas y tobillos y están sobre una lujosa alfombra. La sorpresa es aun mayor cuando se enteran de que no es la Orden quien les ha secuestrado, sino el poderoso, corrupto y decadente Lin Tangyu.
El degenerado mandarín "recibe" a los investigadores en su salón del trono, formalmente sentado en una silla magníficamente trabajada. A su izquierda hay una mesita sobre la que reposa una pipa de opio y sus monos acechan tras una cortina cerca del trono (N. del G.: los investigadores nunca llegaron a ver a los mejores ayudanetes de Tangyu, aunque algunos de los investigadores eran conscientes de que algo o alguien se escondía tras la cortina.) A los pies de Lin se encuentra una bella joven china vestida con lujosos ropajes de seda y otras dos aparecen de una habitación adjunta para atender a sus mínimos deseos. Todas ellas se mantienen en silencio durante la entrevista (N. del G.: Lin suele hacer cortar las cuerdas vocales de sus mujeres; afortunadamente para ellas, ni Pérez ni Wells son del tipo de Tangyu.)
Lin Tangyu informa sin ambages de que sabe que los investigadores buscan a Jack Brady, y que está impresionado por la fiereza con la que se han defendido de sus sirvientes, lo cual ha hecho que se ganen su respeto (en la medida de lo posible). Al parecer, Lin Tangyu es un degenerado coleccionista de objetos aun más degenerados, y su colección incluye por supuesto ciertos libros de los Mitos. Mediante un golpe de suerte, Jack Brady consiguío llevarse de su biblioteca un valiosísimo pergamino antiguo conocido como Los Siete Libros Crípticos de Hsan, y por supuesto Lin Tangyu desea recuperarlo, para lo cual tiene que localizar primero a "Brass", tarea que se está revelando imposible.
Las cualidades de los investigadores hacen pensar a Lin que quizá le sean de utilidad para averiguar su paradero. A cambio Lin asegura que será generoso y no se deleitará mientras les despellejan vivos (N. del G.: literalmente, por supuesto). Durante su conversación, Tangyu también revela ciertos datos de interés a los investigadores (N. del G.: ya que no desea que sean asesinados por la Orden antes de que localicen a Brady; Tangyu, por supuesto, conoce mucha más información, pero no gana nada diciéndosela a los investigadores.), confirma que la Isla del Dragón Gris es su principal lugar de reunión, advierte que no les conviene cruzarse en su camino y que Ho Fong es su sumo sacerdote.
Lin Tangyu da la entrevista por finalizada y ordena a sus hombres que les quiten las cosas y saquen la basura. Cuando los investigadores vuelven a despertar en uno de los callejones de Shangai conservan sus armas y equipo, pero ya no poseen los objetos mágicos ni los libros de los Mitos que llevaban. Dallas pierde el espantamoscas mágico que recibió en Kenia del viejo Bundari, pero la principal perjudicada es Wells, en cuyo bolsón portaba sus objetos y libros de los Mitos (Que incluían copias del Nameless Cults, del Manuscritos Pnakóticos y el diario del Dr. Huston. (N. del G.: Ahora estos objetos engrosan la magnífica colección de Lin Tangyu.)
(N del G.: Tanto los hombres de Isoge Taro como Chu Min han seguido los "progresos" de los investigadores esta noche, y son conscientes de que los hombres del degenerado mandarín también les vigilan. Esto originará una serie de encontronazos con bajas en todos los bandos, y también en la propia Orden, de los que los investigadores nunca serán conscientes.
Por su parte, Chu Min decide avisar a Brady para que les visite y reclutar a tan valioso grupo para sus intereses antes de que acaben muertos, o peor.)
Las cualidades de los investigadores hacen pensar a Lin que quizá le sean de utilidad para averiguar su paradero. A cambio Lin asegura que será generoso y no se deleitará mientras les despellejan vivos (N. del G.: literalmente, por supuesto). Durante su conversación, Tangyu también revela ciertos datos de interés a los investigadores (N. del G.: ya que no desea que sean asesinados por la Orden antes de que localicen a Brady; Tangyu, por supuesto, conoce mucha más información, pero no gana nada diciéndosela a los investigadores.), confirma que la Isla del Dragón Gris es su principal lugar de reunión, advierte que no les conviene cruzarse en su camino y que Ho Fong es su sumo sacerdote.
Lin Tangyu da la entrevista por finalizada y ordena a sus hombres que les quiten las cosas y saquen la basura. Cuando los investigadores vuelven a despertar en uno de los callejones de Shangai conservan sus armas y equipo, pero ya no poseen los objetos mágicos ni los libros de los Mitos que llevaban. Dallas pierde el espantamoscas mágico que recibió en Kenia del viejo Bundari, pero la principal perjudicada es Wells, en cuyo bolsón portaba sus objetos y libros de los Mitos (Que incluían copias del Nameless Cults, del Manuscritos Pnakóticos y el diario del Dr. Huston. (N. del G.: Ahora estos objetos engrosan la magnífica colección de Lin Tangyu.)
(N del G.: Tanto los hombres de Isoge Taro como Chu Min han seguido los "progresos" de los investigadores esta noche, y son conscientes de que los hombres del degenerado mandarín también les vigilan. Esto originará una serie de encontronazos con bajas en todos los bandos, y también en la propia Orden, de los que los investigadores nunca serán conscientes.
Por su parte, Chu Min decide avisar a Brady para que les visite y reclutar a tan valioso grupo para sus intereses antes de que acaben muertos, o peor.)
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