Atadura de Glaaki (tectokronos)

-V, S, F, M- El brujo debe quemar, en un bol encantado con el hechizo ENCANTAR BOL, cierta mezcla de hierbas y sustancias, junto con algo perteneciente al cuerpo de la víctima (por ejemplo un mechón de pelo, o unas gotas de sangre) mientras entona cierta salmodia y sacrifica puntos de Magia y 1D6 puntos de COR. La víctima, que debe estar durmiendo, tira en la tabla de resistencia sus puntos de Magia contra los sacrificados por el brujo. Si falla, queda sometida a un trance hipnótico bajo la voluntad del primigenio Glaaki, que le ordena acercarse a Él lo más rápido posible; así, la víctima no responde a ningún estímulo externo, y se dirige en línea recta hacia el primigenio, sin criterio alguno y sea cual sea su posición geográfica (esto puede implicar abrirse paso a golpes a través de la casa de alguien, cruzar una autopista atestada de tráfico, escarbar con las manos desnudas en un muro de hormigón hasta convertirlas en muñones, intentar cruzar a nado una masa oceánica, etc.) y responderá violentamente ante cualquier intento de retenerle.

Cada punto de Magia que haya gastado el brujo en el hechizo alarga el trance 1 hora; el brujo puede prolongar la duración con rituales sucesivos, mientras la víctima sigue en trance, y varios brujos pueden participar en ataduras consecutivas.

Las tiradas de psicoanálisis son inútiles, puesto que la víctima es como un autómata ajeno a su entorno. Matar al brujo no hace desaparecer el trance.

Si la víctima no es liberada, retenida, ni muere por el camino, se encuentra con Glaaki, quien la convierte en un miembro de su séquito de zombies.