LIBROS DE LOS MITOS

Los numerosos volúmenes de conocimientos arcanos, con sus diversas ediciones y traducciones forman la base de los Mitos. Estos libros son una fuente de poder para los personajes, y la posibilidad de obtener uno u otro de ellos puede incitarles a enfrentarse con un monstruo terrible.

Algunos de los volúmenes de los Mitos pueden ser lo bastante recientes como para haber sido impresos con tipos móviles. Estas ediciones tuvieron tiradas pequeñas que a menudo eran... destruidas al publicarse... Los ejemplares que han sobrevivido han sido maltratados por personas locas o maliciosas, o reencuadernados para ocultar sus blasfemos contenidos. Aquellos escritos a mano, por supuesto, jamás llegaron a formalizarse mediante la composición tipográfica y la imprenta, y su oscilante y borrosa letra puede llegar a ser incomprensible durante varias páginas, cosa que sólo puede resolverse mediante un gran esfuerzo y erudición.
Aunque el resumen de cada libro es uniforme en las reglas, cada uno de los ejemplares de un libro concreto de los Mitos puede ser diferente. Aunque esa lógica se desvanece en el caso de libros recientes como Azathoth and Others, sus encuadernaciones pueden estar rotas, sus páginas arrancadas y carecer de signatura o tenerla equivocada. Sus contenidos pueden estar manchados de tinta o corroídos por el ácido, sus páginas medio quemadas y sus palabras tachadas o desfiguradas por locos o por gente en sus cabales que intenta destruir tan peligrosa información. En notas marginales, o insertadas entre páginas aquí y allá, puede haber información de gran importancia. Láminas coloreadas a mano de valor incalculable pueden haber sido insertadas en el interior, o quizá fueron arrancadas hace tiempo y clavadas en una pared que haya ardido hace mucho.Los sectarios y hechiceros no son bibliotecarios. Son irracionales, poco caritativos y no se preocupan por la posteridad, ya que pretender ser ellos los que vivan para siempre.

De La Llamada de Cthulhu D20:
Los libros de los Mitos podrían ofrecer el aspecto de viejos volúmenes encuadernados en piel, libros de imprenta provistos de broche, cuadernos escritos a mano repletos de apuntes en hojas sueltas, antiguas tablillas de piedra inscritas con runas, o cualquier otra cosa por el estilo. Cada uno contiene una ingente cantidad de conocimientos sobre los Mitos y secretos de magia, pero también una nada desdeñable porción de peroratas sin sentido y bosquejos, diagramas y ecuaciones inescrutables a primera vista. Sus márgenes rebosan de apuntes, habrá párrafos enteros que se hayan visto censurados por estudiosos ultrajados y presenten códigos cifrados y crípticos. Pocas dudas caben acerca de las demencias de sus autores. La lectura de sus escritos ofrecerá un atisbo al interior de sus mentes febriles y podrá pormenorizar los mismos conocimientos que socavaron su cordura.Cada copia de estos libros será única, personalizada por las notas redactadas por anteriores propietarios, ofrecerá secciones añadidas o expoliadas, o habrá textos alterados. Por consiguiente, cada copia de uno de estos libros podría contener conjuros distintos e información ligeramente diferente, a elección del (Guardián)...
...Leer un libro de los Mitos no es como enfrascarse en el argumento de una novela, ni siquiera se parece a ahondar en la complejidad de un libro de texto. Los tomos no están organizados, rara vez van directos al grano y, a menudo, estarán repletos de ideas y conceptos que resulten ajenos para la mayoría de los lectores. Los autores no tenían por qué ser comunicadores natos; de haber sido así, tal vez sus verdades estén encubiertas por alegorías y alusiones. La caligrafía tenderá a ser sincopada, frenética, redundante y, en ocasiones, carente de sentido. Los libros podrían presentar errores, omisiones y extraños cambios editoriales introducidos por sus traductores o copistas.


De Fragmentos de Terror. El Segundo Compañero de Cthulhu:
¿Por qué cuesta tanto tiempo leer un libro de los Mitos de Cthulhu?
Hay varias razones:
1. Se trata de libros muy gruesos, escritos torpemente por personas locas de atar, pergeñados a mano con una letra muy pequeña y apretada, y además en idiomas arcaicos. Gran parte de estos manuscritos ni siquiera utilizan el alfabeto romano, sino que se trata de criptogramas utilizados por los ocultistas cuyo código debe desci­frarse antes de que el lector pueda absorber las impor­tantes verdades que ocultan. Están escritos para que los lean otros sacerdotes o sectarios, no para el público en general, por lo que emplean términos complejos sin explicarlos. Probablemente no exista índice o sumario alguno, y mucho menos un glosario. Es posible que no existan capítulos, párrafos, o tan siquiera espacios entre las palabras, ni puntuación alguna. Existen diferentes libros que se han escrito con siglos de intervalo entre unos y otros, a cargo de autores de razonamientos filosóficos muy variados, cada uno de los cuales puede utilizar una fraseología técnica diferente por lo que es posible que haya que aprenderla de nuevo con cada libro.
2. Hojear uno de estos libros no proporciona ningún conocimiento profundo, sino que tan sólo se pierde COR. Para comprender un libró en profundidad, no só­lo hay que leer cada sílaba, sino que además hay que compararlos con otros libros relacionados con el tema y no sólo libros de ocultismo común.
Por ejemplo: El lector podría pasar por alto o con­fundir una referencia al 'Grial de Arturo' en algún libro arcano al no saber que el Santo Grial de la mitología Ar­túrica simboliza el Caldero Negro de los mitos celtas. Y a menos que supiera que el Caldero Negro resucitaba a los muertos que eran hervidos en él, y que procedía del Infierno, podría no percibir las implicaciones. E incluso entonces podría no darse cuenta de inmediato de que la frase 'bebió del Caldero de Arturo' podría referirse a alguien resucitado mediante un hechizo. Y si además no supiera de la existencia de un hechizo de resurrección, la frase permanecería para siempre oscura para él.
3. Los libros son físicamente difíciles de leer. Casi sin excepción se trata de textos muy antiguos que se deben manipular con cuidado. El lector debe utilizar guantes finos y girar las páginas con pinzas acolchadas. En los años 20 no existían fotocopiadoras que permitieran ha­cer copias resistentes de forma rápida.
4. La mayoría de los libros son muy extensos. Incluso el relativamente inocuo The Golden Bough (La Rama Dorada) de Sir James Frazer se compone de 13 abulta­dos volúmenes, recientemente abreviados a un solo volumen de algunos centenares de páginas. Sin embargo, la versión abreviada no posee poder alguno a los efectos de La Llamada de Cthulhu.
5. Para acabar, uno se cansa y se aburre rápidamente leyendo estos libros, que son largos, mal escritos, y oscuros. Un lector aburrido pasa por alto hechos y conocimientos, por lo que no se puede leer demasiado de una vez.

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