LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP - CC - 6.02

PARANOIA

Miguel Ángel (1).......Josefina Pérez.............Ocultista
Pablo (1).................Jason Dallas................Mercenario
Adrián (1)................Sofía Wells (Srta.)........Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Migu3l (5)................Kipchirchir...................Guía keniata
Dani (7)...................Choi Li.......................Ayudante del Museo de Shangai
Lvis (7)....................John Fraxon................Científico químico

Los investigadores llegan a Shanga el 3 de Julio de 1925, con apenas seis meses para frustrar los planes del dios oscuro.
Y nada más desembarcar comienzan los problemas. Mientras los viajeros descienden por las estrechas pasarelas, una violenta turba de manifestantes chinos les grita y arroja objetos (al principio bolas de papel y pasquines, luego puedras, cacerolas, botellas...) Los investigadores se las ven y se las desean para abrirse paso entre el atemorizado gentío.
Desgraciadamente para él, Fraxon se ve arrastrado y separado del grupo, y confundido por el pánico y la gente va a parar justo ante los manifestantes, que le pegan una paliza. La policía de la concesión no tarda en llegar corriendo y usando sus silbatos, y arremete sin contemplaciones contra los manifestantes porra en mano.
El resto de investigadores se las apaña para sacar al malherido Fraxon de la zona de peligro y encontrar al Sr. Choi entre la algarabía, al que reconocen porque es un chino que lleva un enorme cartel en el que está escrito "Srta. Wells y amigos" (N. del G.: éste fue mi primer toque -durante la partida, que antes trabajé bastante en el tema- para fomentar la paranoia en el grupo. Los investigadores saben que los sectarios buscan ferozmente a Wells, y que se luzca un gran cartel con su nombre ante medio Shangai no les hizo mucha gracia; las consecuencias de esta situación fueron nulas, pero esto por supuesto no se lo dije.)
El Sr. Choi se presenta y huyen rápidamente a pie, tras lo que cogen taxis y llevan a Fraxon al Hospital de la Concesión para que le hagan una cura de urgencia.



Choi Li

- Choi Li: Procede de la región de Kiangsu y es el cuarto hijo de un granjero moderadamente adinerado. El año en que nació Li fue el mismo en que se abolió el gran sistema imperial de exámenes. Para obtener una educación occidental se convirtió al cristianismo y acudió a un colegio metodista. Cuando anunció su sincera fe en Cristo su padre (seguidor de Confucio) retiró a Cristo del panteón de dioses de la familia y desheredó a Li, quien trabaja ahora (ganando más bien poco) como ayudante en el Museo de Shangai donde se le conoce (por ejemplo, McChum le conoce) como una persona amigable, inteligente, trabajadora y leal. Li sabe mucho acerca de Shangai pero evita gran parte de ello ya que lo considera pecaminoso y malvado.

Con Fraxon mejor, deciden hospedarse en el Hotel Palace de la Concesión y realizar todas las gestiones pertinentes (en particular en lo que se refiere al almacenaje de libros de los Mitos, objetos extraños, armas y dinero). Algunos escogen almacenarlos en la pequeña caja personal de su habitación, otros en un banco y otros llevarlos encima. (N. del G.: Esto será de importancia más adelante.) Los investigadores blancos también se presentan en sus embajadas y notifican su llegada a la ciudad.

Los investigadores dedicarán las siguientes semanas a investigar en Shangai, con la máxima prioridad de no ser descubiertos por la secta que muy probablemente existe en la ciudad. El Sr. Choi se revela especialmente útil, no sólo evitando problemas a los investigadores con los locales, por su dominio del mandarín y del inglés, y por su conocimiento de la ciudad, sino también porque les puede proporcionar una lista de lugares en los que intercambiar dinero por información, y otra de eruditos a los que consultar sobre diversas materias.

El dinero no es un problema para los investigadores, y mediante el primer canal de información del Sr. Choi consiguen averiguar que Elías llegó a la ciudad a mediados de Septiembre y que partió el 4 de Octubre con destino a Londres. También les llegan ciertos rumores sobre asesinatos en los que los cadáveres aparecen sin brazos (las teorías habituales hablan de un psicópata o una rama radical de una de los cientos de facciones que pugnan por el poder) y de que los pesqueros no se atreven a faenar cerca de la Isla del Dragón Gris porque los que lo han intentado se han hundido invariablemente y sin supervivientes. De hecho, más adelante consiguen encontrar un curioso artículo de periódico en el que un marinero consiguió sobrevivir a uno de estos naufragios, y juraba que lo que hundió el barco fue una ola originada de la nada en un día soleado y con la mar tranquila. Otros artículos de periódico confirman que los asesinatos son muy reales, y que se producen al menos uno o dos al mes desde hace varios meses.

Lo siguiente que hacen es ir a hablar con el práctico del puerto para ver los registros. Habían encontrado en la escena del crimen de Jackson Elías la foto de parte de un barco rodeado por juncos chinos y cuyo nombre, que sólo aparecía parcialmente, empezaba por "Ama". Tras indagar un poco descubren que el barco que buscan es el "Ama Oscura" (nombre que por supuesto les hace torcer el gesto), un yate a vapor de 27m. de eslora de matrícula británica, cuyo capitán es Jules Savoyard. El barco no se encuentra en ese momento fondeado en el puerto.
Pesquisas con el paisanaje del lugar consiguen completar la información: La tripulación nunca permanece más de unas pocas horas en Shangai: bajan del barco al anochecer y regresan a medianoche. Además se le ha visto bastantes veces recibiendo cargas en lancha desde el almacén de Importaciones Fong (que los investigadores ya conocían como relacionado por los sectarios desde el asalto a la Fundación Penhew).

Mediante la segunda vía que les proporciona el Sr. Choi, recogen también bastante información interesante, en particular con el último erudito de la lista (que tiene 34 nombres), Mu Hsien. El Sr. Mu es un hombre muy ocupado y está apunto de negarles la entrevista (N. del G.: de hecho les cierra la puerta en las narices cuando Wells comienza su pesadísima perorata con su foto de la niña y el "fantasma"), pero cuando los investigadores mencionan a Jack Brady vuelve a abrir la puerta y decide dedicarles algo de tiempo (N. del G.: tal y como sabrán más tarde, el Sr. Mu conoce a Brady, es más, le está dando cobijo en una habitación secreta de su casa. El mínimo tamaño de la casa "pública" pasa desapercibido a los investigadores después de semanas viendo la miseria en que viven la práctica totalidad de los chinos en Shangai.)



Mu Hsien


Cuando los investigadores mencionan los asesinatos y los cadáveres sin brazos, y que creen que podría tratarse de una secta asesina, el Sr. Mu dice que podría tratarse de la Orden de la Mujer Abotargada salvo por una cosa: hace siglos que no existe. Cortar los brazos de las víctimas y luego observar cómo se desangraban era una práctica común en la secta. También les enseña los ideogramas que se tatuaban los sectarios de la Orden (N. del G.: Por supuesto el Sr. Mu sabe mucho más de la secta, y que ésta existe en la actualidad, pero quiere evaluar primero a los investigadores).



Los ideogramas de la orden ("Mujer Abotargada" en Chino)


Cuando éstos comienzan a hablarle de una conspiración global y sectas repartidas por todo el planeta el Sr. Mu los despacha rápidamente fingiéndose escéptico, a pesar de que los investigadores aseguran tener pruebas (N. del G.: los investigadores, profundamente paranoicos a estas alturas, y que sospechan de todo y de todos -algunos de ellos incluso sospechan del propio Choi Li- también evalúan a su vez al Sr. Mu. La Srta. Wells llega a plantearse utilizar uno de sus hechizos de magia negra para demostrar al Sr. Mu que los poderes ocultos existen, lo cual por supuesto causaría un grave perjuicio físico al Sr. Mu. Afortunadamente acaba por no hacerlo.)
Por último, los investigadores preguntan al Sr. Mu si estaría dispuesto a acompañarles a la Isla del Dragón Gris, a lo cual renuncia sin importar el dinero que le ofrezcan ya que tiene noticias de los naufragios en la zona y del grave riesgo de muerte para los que naveguen por esas aguas tan peligrosas. (N. del G.: Riesgo de muerte cuya causa él sabe que es la Orden, por supuesto.)

Al salir, los investigadores deciden vigilar la casa del Sr. Mu, lo cual da sus frutos cuando un chino se acerca y llama, entra, y al rato vuelve a salir y se marcha. Los investigadores pagan a un local para que le siga y luego se encuentre con ellos en El Tigre Tambaleante (N. del G.: recordemos que otra de las pistas que habían encontrado en la escena del crimen de Elías era una caja de cerillas de este bar. Los investigadores quieren encontrarse allí con el chino porque es el próximo sitio al que van a ir a investigar.) Algunos, los más paranóicos, piensan que deberían entrar por la fuerza en la casa del Sr. Mu y desnudarle para ver si lleva el tatuale de la Orden. Pérez y el Sr. Choi piensan que eso es una locura, y se marchan al hotel. El resto de investigadores decide volver a la casa del Sr. Mu, quien les abre la puerta y se sorprende de verles con cara de plena inocencia. Mediante mímica (ya que el Sr. Mu no habla inglés) los investigadores deciden dar marcha atrás y le "dicen" que pensaban que le había ocurrido algo malo; el Sr. Mu se finge sorprendido mientras se marchan.

La paranoía de los investigadores alcanza cotas épicas. Esto se debe a muchas razones, pero fundamentalmente son éstas: se saben desprotegidos y un blanco fácil, puesto que son un grupo variopinto que llama muchísimo la atención, mientras que los sectarios se confundirán perfectamente con los locales inocentes. Y tampoco se atreven a separarse para no meterse en ningún fregado y escudarse en los conocimientos del Sr. Choi (N. del G.: y además como soy maléfico, yo ya había avisado a los jugadores de que estos eran sus últimos personajes y si morían quedaban fuera de la campaña; se barajaron bastantes teorías descabelladas y desesperadas, pero creo que la más llamativa era tatuar a un chino cualquiera con los ideogramas de la secta, dejarle por ahí y vigilarle a ver qué pasaba. Creo que esto puede dar una buena idea de lo que sufrían los investigadores -y sus jugadores, lo cual me encantaba-).
Finalmente acabó por ganar el sentido común, y los investigadores volvieron al hotel para recoger a Pérez y al Sr. Choi e irse a El Tigre Tambaleante esa noche.


Sugerencia: Ésta es la primera vez que usaba la figura de "La Cosa del Guardián" esto es, una especie de ayudante del Guardián de los Arcanos durante la partida. No es algo que yo haya inventado, lo vi en el suplemento Tierra de Nadie. Y la verdad es que está muy bien tener a alguien que te perfile las ideas, te ayude con los dados y siga castigando la mente de los jugadores mientras tú reflexionas o consultas información. Lo recomiendo encarecidamente para sesiones importantes o en las que hay que manejar muchos factores.
En nuestro caso particular salió especialmente bien, porque mi Cosa era familiar de algunos de los jugadores, con lo cual les conocía y podía atacar su psique de forma aun más eficiente para mi regocijo. Si estás leyendo esto, un saludo Pedro.


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