Usar Mano de Y'golonac (*MG1)
-V, M, F- Esta curiosa escultura aparece tallada a partir de una única piedra verde no identificable. Se asemeja a la mano y brazo izquierdos de un hombre, desde el codo hasta la punta de los dedos. Donde debería estar el codo aparece una base cuadrada de 15x15 cm. por 5 cm. de alto. El brazo apunta hacia arriba desde esta base, midiendo 35 cm. de largo. La mano de la estatua se encuentra echada hacia atrás con los dedos extendidos, como si fuera a sujetar algún tipo de objeto. La estatua posee dos rasgos desagradables. El primero es una boca tallada en la palma de la mano; sus labios aparecen fruncidos en un gruñido, lo que revela unos dientes afilados. El segundo rasgo consiste en un pedazo de arcilla blanda de 2,5 cm. de alto por 10 cm. de ancho, adjunto a la parte frontal de la base.
Se cree que la Mano de Y’golonac fue creada por un poderoso brujo que cumplía la voluntad de ese dios de la perversión y la corrupción. Se ha escrito sobre ella en tomos como Unausprechliche Kulten, Magia verdadera, y el duodécimo volumen de las Revelaciones de Glaaki.
La mano posee dos poderes. El primero otorga la habilidad de hablar con Y’golonac igual que el hechizo CONTACTAR CON Y’GOLONAC, pero sólo al coste de 3 puntos de Magia en lugar de 1 POD, y el éxito es automático. La segunda habilidad tiene efectos mucho más malignos para el propietario de la escultura y sus enemigos. Esta habilidad se conoce como el "Toque de Y'golonac" y representa la lenta corrupción del espíritu del objetivo y el oscurecimiento de su alma. Primero, el usuario de la mano deberá inscribir el nombre de la víctima en el rectángulo de arcilla que se encuentra en la base de la estatua. Entonces el lanzador deberá ejecutar un acto de lo más aberrante y enfermizo. Por algún motivo, quizás debido a la afinidad del artefacto con el Primigenio, el acto suele ser de naturaleza sexual. Una vez haya llevado a cabo su perversión, el profanador deberá portar consigo algún objeto de pequeño tamaño que represente el pecaminoso acto. El trofeo se coloca sobre la palma de la mano de piedra y, tras entonar ciertos cánticos, ésta cerrará el puño apresando el objeto para ejecutar el Toque de Y`golonac. El hechizo que facilita esta habilidad aparece en las Revelaciones de Glaaki, volumen XII, y cuesta 1D8 puntos de Cordura y 10 puntos de Magia. La pérdida de Cordura adicional por haber cometido el acto pecaminoso queda a elección del guardián.
Una vez el trofeo haya sido aceptado, el objetivo comenzará a tener sueños y alucinaciones acerca del horrendo acto que cometiera el propietario de la estatua. ¡No tardará en sentir unos deseos irrefrenables de cometer la misma acción! Cuando esto ocurra, el objetivo deberá enfrentar su POD contra el POD de la mano en la Tabla de Resistencia. La primera vez que tenga lugar este pulso de poderes, el POD efectivo de la mano será siempre 15. Si el blanco se resiste al Toque de Y'golonac, el POD efectivo de la mano descenderá en 1 punto cuando vuelva a atacar al mismo objetivo; la víctima se ve azogada por horrendas pesadillas (que le cuestan 0/1D2 puntos de COR) pero no sufrirá otros efectos adversos... hasta el próximo ataque. Cada vez que el objetivo pierda en el enfrentamiento en la Tabla de Resistencia, el POD efectivo de la mano aumentará en 1 para su siguiente ataque contra la misma persona; además, la víctima pierde 1D6 COR y cometerá el mismo vil acto que el dueño de la escultura, probablemente perdiendo COR adicional durante el proceso.
El dueño de la mano sólo puede invocar el Toque de Y'golonac una vez por crimen cometido, sin importar que su pretendida víctima sucumba o no. Cada nuevo ataque/maldición exige que el propietario de la mano cometa otra aberración. Si el POD efectivo de la Mano de Y'golonac contra un individuo en concreto cayera a 0, dejará de poder utilizarse contra esa persona.
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