LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP- CC- 4.19
LOS BOYOYVA
Adrián (1)................Sofía Wells (Srta.)........Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Miguel Ángel (5).......Buro Yarko..................Nuevo ayudante del Coronel Endicott
Lvis (5)...................Edward Moore..............Misionero
Cuando llegan al poblado, Moore y Buro (que hablan el idioma nativo) consiguen que el grupo se entreviste con el jefe de la tribu; a éste le acompaña el chamán. Con delicadeza, Buro consigue romper el tabú social que provoca la ausencia de respuestas valiosas para los investigadores. Al parecer, los malos tiempos han obligado a los boyoyva a practicar el infanticidio. Aunque la tribu es numerosa sólo tiene un cementerio sagrado, que es el único lugar por tradición y por ley en el que se permiten abandonar a sus pequeños. Los Boyoyva visitan este lugar de horror sólo en caso de gran necesidad. Ellos no saben por qué Endicott quiso construir aquí (N. del G.: Endicott eligió este sitio para construir su plataforma nocturna debido a las posibilidades de caza de la zona, sin llegar a preguntarse por qué aquí había más depredadores y carroñeros que en cualquier otra parte), pero el cementerio sagrado es el punto menos deseable de todo su territorio, así que han ignorado cortésmente la decisión de Endicott. Su caza de depredadores consigue que visitar el cementerio sagrado sea seguro.
Los boyoyva están convencidos de que pequeños demonios rondan por el área. Desconocen los motivos que les han traído hasta aquí, pero indudablemente son los responsables de las muertes de los turistas y los trabajadores del coronel. Tampoco saben cómo se puede combatir tal amenaza, y les temen enormemente. Existen leyendas que hablan de episodios similares en el pasado remoto, pero se han perdido en los tiempos las claves que provocaron tanto el comienzo como el final de estas épocas de desgracia para la tribu. (N. del G.: Durante años, los infantes -la mayoría niñas- abandonados en el cementerio sagrado han sido rescatados por un pequeño grupo de gules. Éstos han compartido alegremente con los niños abandonados su indeseable comida y sus obscenas costumbres. La transformación completa en gul se produce a muy pronta edad. Con ocho o nueve años los Niños-Gules se convierten en adultos, verdaderos gules, y entonces son expulsados del grupo para seguir adelante en otras partes de la región. Aunque inicialmente son humanos, estos gules son tan despreocupadamente depravados como sus tutores y benefactores, y son indistinguibles de aquellos nacidos gules. Esto mismo ha ocurrido otras veces en el pasado, pero los boyoyva no han sabido relacionar el abandono de pequeños con la posterior aparición de los “demonios”).
Los boyoyva están convencidos de que pequeños demonios rondan por el área. Desconocen los motivos que les han traído hasta aquí, pero indudablemente son los responsables de las muertes de los turistas y los trabajadores del coronel. Tampoco saben cómo se puede combatir tal amenaza, y les temen enormemente. Existen leyendas que hablan de episodios similares en el pasado remoto, pero se han perdido en los tiempos las claves que provocaron tanto el comienzo como el final de estas épocas de desgracia para la tribu. (N. del G.: Durante años, los infantes -la mayoría niñas- abandonados en el cementerio sagrado han sido rescatados por un pequeño grupo de gules. Éstos han compartido alegremente con los niños abandonados su indeseable comida y sus obscenas costumbres. La transformación completa en gul se produce a muy pronta edad. Con ocho o nueve años los Niños-Gules se convierten en adultos, verdaderos gules, y entonces son expulsados del grupo para seguir adelante en otras partes de la región. Aunque inicialmente son humanos, estos gules son tan despreocupadamente depravados como sus tutores y benefactores, y son indistinguibles de aquellos nacidos gules. Esto mismo ha ocurrido otras veces en el pasado, pero los boyoyva no han sabido relacionar el abandono de pequeños con la posterior aparición de los “demonios”).
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