023 Solo contra el Wendigo
(14,28)
Siguiendo el rastro sin un fallo, Charlie os lleva por gargantas cenagosas, por encima de riscos pedregosos y a través de bosquecillos de pinos, mortalmente silenciosos. El aire huele a humedad y a madera podrida. Sobresaliendo en forma de matorral, a todo lo largo de la inexplorada ruta veis las hojas desplegadas de los helechos, abriéndose como dedos de puños que se aflojan.
Charlie es el primero que ve a Bernard y se queda clavado; Silvia deja escapar un agudo chillido. Bernard cuelga entre los dos pequeños álamos a los que están atadas sus muñecas. Su cabeza, cercenada limpiamente a la altura de los hombros, no se ve por ninguna parte.
"Las historias del río", balbucea Norman Falkner, "¡son ciertas!"
"¡Haber de salir del valle!", declara Charlie. "¡Haber de salir o todos morir como él!"
Si te muestras inflexible en encontrar a los asesinos de Bernard, ve a -137-; si preferís huir del valle para salvar la vida, ve a -32-.
3 MH
Siguiendo el rastro sin un fallo, Charlie os lleva por gargantas cenagosas, por encima de riscos pedregosos y a través de bosquecillos de pinos, mortalmente silenciosos. El aire huele a humedad y a madera podrida. Sobresaliendo en forma de matorral, a todo lo largo de la inexplorada ruta veis las hojas desplegadas de los helechos, abriéndose como dedos de puños que se aflojan.
Charlie es el primero que ve a Bernard y se queda clavado; Silvia deja escapar un agudo chillido. Bernard cuelga entre los dos pequeños álamos a los que están atadas sus muñecas. Su cabeza, cercenada limpiamente a la altura de los hombros, no se ve por ninguna parte.
"Las historias del río", balbucea Norman Falkner, "¡son ciertas!"
"¡Haber de salir del valle!", declara Charlie. "¡Haber de salir o todos morir como él!"
Si te muestras inflexible en encontrar a los asesinos de Bernard, ve a -137-; si preferís huir del valle para salvar la vida, ve a -32-.
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