Rueda de niebla de Eibon (FT, MN, 5.5, D20)

-V, S, F- Se precisa un pequeño disco de bronce, grabado con un símbolo ex­traño, parecido a una esvástica (Nota: Una cruz gamada) de tres patas. El brujo sitúa el disco en el suelo, se pone de pie encima de él, entona los versos del hechizo y gasta la cantidad que desee de puntos de Magia, lo cual crea una rueda giratoria de niebla azulada, de 1'5 m. de diámetro, a su alrededor. La rueda aparece del suelo y asciende 30 cm. por cada punto de Magia gastado. La creación de la niebla cuesta 1 punto de COR, y todo lo que se encuentre en el interior del cilindro que se forma queda oscurecido por completo. El tamaño deseado tar­da 1D3 minutos en alcanzarse.

La rueda se utiliza para ocultar a las personas de la vista de las criaturas convocadas por Nyarlathotep o en su nombre, quienes actúan como si la rueda y aquéllos ocultos en ella no existieran. Las criaturas no se moverán a través de la posición de la rueda ni siquiera por acci­dente. Si la rueda bloquea el paso, la criatura retrocede­rá o se quedará parada sin saber por qué. La rueda afec­ta sólo a criaturas convocadas y nunca a Nyarlathotep.

Todos aquellos que quepan pueden ocultarse dentro, pero si los pies o la cabeza de alguien sobresalen, el efecto se pierde. Por ello se precisan no menos de 7 puntos de Magia para ocultar a un grupo de investigadores de tamaño normal, a menos que indiquen específica­mente que se agachan o se inclinan.

Toda criatura presente antes de la creación de la rueda, o toda criatura convocada por un poder distinto al de Nyarlathotep puede ver la rueda y moverse a su través. Se puede salir de ella, pero esto rompe la ilusión si alguien se da cuenta, así como también se rompe si al­gún objeto sale de ella, como por ejemplo una bala o una espada. Si algo o alguien pasa de fuera a dentro, la ilu­sión se desvanece de inmediato. Una vez se ha llamado la atención de la criatura y ésta se da cuenta de la exis­tencia de una ilusión, la protección del hechizo se pier­de.