LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP- CC- 2a3
INTERLUDIO: TEMOR A LA CAÍDA
Adrián (1)..........Sofía Wells (Srta.)..........Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Éste es un vuelo largo y muy aburrido. El monótono rugido de los motores casi basta para hacer dormirse a Wells. Todo transcurre con normalidad. El tiempo es perfecto y el vuelo está cumpliendo con su horario. Entonces todo se estropea. El sonido de cristales rotos alerta a Wells de que hay problemas.
El piloto chilla cuando algo corta su garganta. Una monstruosa risita y unos gorgoteos se entremezclan con gritos de agonía. El copiloto se queda horrorizado mirando cómo los perfiles sanguinolentos de un horrible ser se van haciendo visibles. La cosa termina con el piloto antes de empezar con el copiloto. Lo arranca de su asiento y lo arrastra fuera de la cabina sobre el ala. Allí se sienta, haciendo agujeros alegremente en el ala y bebiéndose la sangre del infortunado copiloto. Los controles están rotos y hechos pedazos y el avión empieza a entrar en un picado.
El piloto chilla cuando algo corta su garganta. Una monstruosa risita y unos gorgoteos se entremezclan con gritos de agonía. El copiloto se queda horrorizado mirando cómo los perfiles sanguinolentos de un horrible ser se van haciendo visibles. La cosa termina con el piloto antes de empezar con el copiloto. Lo arranca de su asiento y lo arrastra fuera de la cabina sobre el ala. Allí se sienta, haciendo agujeros alegremente en el ala y bebiéndose la sangre del infortunado copiloto. Los controles están rotos y hechos pedazos y el avión empieza a entrar en un picado.
La criatura enviada por Gavigan ataca
El aeroplano no está en condiciones de volar y va a estrellarse pronto. Los ocho pasajeros tendrán que saltar de él. Wells no se había interesado por los paracaídas hasta ahora. Afortunadamente, hay algunos a mano y es cosa fácil ajustarse correctamente el arnés. Después de coger su maleta y su bolsón, es sólo cuestión de inspirar profundamente y saltar.
El salto comienza en caída libre. Se llega a velocidad terminal en unos 3 o 4 segundos (y entonces hay que ir pensando en abrir el paracaídas). Tirar de la anilla abre el paracaídas; que falla para uno de los pasajeros y cae indefenso hacia su muerte. El resto de los pasajeros que han saltado (tres) así como Paterson abren sus paracaídas sin problemas. Una vez abierto, el paracaídas está a merced de los vientos. Los pasajeros sólo pueden esperar a que se les una tan terrible ser.
La criatura no tiene demasiadas ganas de pasar el tiempo en un frágil aeroplano humano; la cosa (tras divertirse acabando con el piloto, el copiloto, y los dos pasajeros que no han saltado atenazados por el terror y la locura) destroza el aeroplano y espera a que sus objetivos lo abandonen. Tendrá mucho tiempo para encargarse de ellos.
Poco después llega; invisible de nuevo, vuela detrás mientras los pasajeros caen a plomo hacia el suelo, pero los alcanza una vez se abren los paracaídas. El ser falla en su primer intento, atravesando a través del paracaídas para alcanzar su objetivo más abajo. El paracaídas inmediatamente se cierra, dejando indefenso al aterrorizado pasajero, que cae a plomo hacia su muerte. Una comida chafada.
Más inteligente ahora, el ser deja tranquilo el paracaídas y va directamente a por su víctima. Suspendido en el arnés, el pasajero intenta defenderse inútilmente. Sin nada con lo que pelear, es una víctima fácil para esta criatura de pesadilla. El pasajero restante y Paterson sufren la misma suerte.
Wells espera hasta el último momento para abrir el suyo y escapar del monstruo, arriesgando su vida en el intento. Por suerte calcula bien y ameriza sin daños. Al llegar al océano, corta los arneses y vacía el contenido inútil de su maleta para quedarse flotando agarrada a ella, con su bolso. Superada por la situación, pierde el conocimiento, flotando a la deriva sobre su maleta (N del G.: Afortunadamente estaban cerca de la costa, y rápidamente se acercan varios barcos a por posibles supervivientes.)
El salto comienza en caída libre. Se llega a velocidad terminal en unos 3 o 4 segundos (y entonces hay que ir pensando en abrir el paracaídas). Tirar de la anilla abre el paracaídas; que falla para uno de los pasajeros y cae indefenso hacia su muerte. El resto de los pasajeros que han saltado (tres) así como Paterson abren sus paracaídas sin problemas. Una vez abierto, el paracaídas está a merced de los vientos. Los pasajeros sólo pueden esperar a que se les una tan terrible ser.
La criatura no tiene demasiadas ganas de pasar el tiempo en un frágil aeroplano humano; la cosa (tras divertirse acabando con el piloto, el copiloto, y los dos pasajeros que no han saltado atenazados por el terror y la locura) destroza el aeroplano y espera a que sus objetivos lo abandonen. Tendrá mucho tiempo para encargarse de ellos.
Poco después llega; invisible de nuevo, vuela detrás mientras los pasajeros caen a plomo hacia el suelo, pero los alcanza una vez se abren los paracaídas. El ser falla en su primer intento, atravesando a través del paracaídas para alcanzar su objetivo más abajo. El paracaídas inmediatamente se cierra, dejando indefenso al aterrorizado pasajero, que cae a plomo hacia su muerte. Una comida chafada.
Más inteligente ahora, el ser deja tranquilo el paracaídas y va directamente a por su víctima. Suspendido en el arnés, el pasajero intenta defenderse inútilmente. Sin nada con lo que pelear, es una víctima fácil para esta criatura de pesadilla. El pasajero restante y Paterson sufren la misma suerte.
Wells espera hasta el último momento para abrir el suyo y escapar del monstruo, arriesgando su vida en el intento. Por suerte calcula bien y ameriza sin daños. Al llegar al océano, corta los arneses y vacía el contenido inútil de su maleta para quedarse flotando agarrada a ella, con su bolso. Superada por la situación, pierde el conocimiento, flotando a la deriva sobre su maleta (N del G.: Afortunadamente estaban cerca de la costa, y rápidamente se acercan varios barcos a por posibles supervivientes.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario