LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP- CC- 1a2.09
14 DE FEBRERO, POR LA NOCHE
Adrián (1)..............Sofía Wells (Srta.).....Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Lvis (2)..................Richmond Burke.......Político
Dani (1).................Herbert Stockton.......Historiador
El grupo cena impacientemente y acuden junto con el Profesor a su camarote, en el que ya había dejado todo preparado.
El aroma del incienso les recibe al entrar. Paterson se sienta en el suelo, con uno de sus libros abierto ante él. Hay una compleja configuración en mosaico formada con pequeños cristales de colores ordenados entorno a un cristal central, cerca de la pared. El mosaico de cristales tiene una vela delante, y entre el mosaico y la pared hay un brasero con extrañas inscripciones grabadas, emitiendo humo de incienso. El profesor invita a todos a sentarse en corrillo entorno al mosaico, mirando hacia las nubes de humo del brasero, y enciende la vela, que pasa a ser la única iluminación de la estancia. Ahora, la luz de la vela se refleja en el mosaico, y se proyecta sobre el humo del brasero. El profesor realiza entonces la ceremonia de activación del cristal, de forma directa y nada mística, más como si estuviera mezclando productos químicos que como si estuviera realizando un hechizo. A menudo se detiene para hablar consigo mismo, hojea el libro y hace comentarios como “muy interesante” o “¡Ah, ya veo!”.
El profesor indica que la ceremonia de activación ha concluido y que, teóricamente, pueden pedir al cristal cualquier visión del pasado, pero advierte que no siempre puede verse lo que uno desea, porque hay poderes oscuros que a menudo controlan el cristal.
Así, Herbert Stockton lanza la primera petición: “Muéstranos los últimos días de Roger Carlyle” (N. del G.: admito que me sorprendí, porque creía que iban a preguntar alguna estupidez y salieron con esa perla.) El humo se enrosca, y empieza a mostrar algo. ¡Parece que funciona realmente! Sin embargo, la visión es borrosa; el Profesor, emocionado, mueve la vela para intentar enfocar la visión, hasta que lo consigue. Parece que es una estancia, con las paredes acolchadas. ¿Un manicomio? Hay alguien de espaldas con una camisa de fuerza, balanceándose. La perspectiva cambia, y gira alrededor del infortunado, revelando su rostro... ¡Es Roger Carlyle! Pero si se le pidió al cristal que mostrase los últimos días, ¡eso implica que sigue vivo!
Adrián (1)..............Sofía Wells (Srta.).....Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Lvis (2)..................Richmond Burke.......Político
Dani (1).................Herbert Stockton.......Historiador
El grupo cena impacientemente y acuden junto con el Profesor a su camarote, en el que ya había dejado todo preparado.
El aroma del incienso les recibe al entrar. Paterson se sienta en el suelo, con uno de sus libros abierto ante él. Hay una compleja configuración en mosaico formada con pequeños cristales de colores ordenados entorno a un cristal central, cerca de la pared. El mosaico de cristales tiene una vela delante, y entre el mosaico y la pared hay un brasero con extrañas inscripciones grabadas, emitiendo humo de incienso. El profesor invita a todos a sentarse en corrillo entorno al mosaico, mirando hacia las nubes de humo del brasero, y enciende la vela, que pasa a ser la única iluminación de la estancia. Ahora, la luz de la vela se refleja en el mosaico, y se proyecta sobre el humo del brasero. El profesor realiza entonces la ceremonia de activación del cristal, de forma directa y nada mística, más como si estuviera mezclando productos químicos que como si estuviera realizando un hechizo. A menudo se detiene para hablar consigo mismo, hojea el libro y hace comentarios como “muy interesante” o “¡Ah, ya veo!”.
El profesor indica que la ceremonia de activación ha concluido y que, teóricamente, pueden pedir al cristal cualquier visión del pasado, pero advierte que no siempre puede verse lo que uno desea, porque hay poderes oscuros que a menudo controlan el cristal.
Así, Herbert Stockton lanza la primera petición: “Muéstranos los últimos días de Roger Carlyle” (N. del G.: admito que me sorprendí, porque creía que iban a preguntar alguna estupidez y salieron con esa perla.) El humo se enrosca, y empieza a mostrar algo. ¡Parece que funciona realmente! Sin embargo, la visión es borrosa; el Profesor, emocionado, mueve la vela para intentar enfocar la visión, hasta que lo consigue. Parece que es una estancia, con las paredes acolchadas. ¿Un manicomio? Hay alguien de espaldas con una camisa de fuerza, balanceándose. La perspectiva cambia, y gira alrededor del infortunado, revelando su rostro... ¡Es Roger Carlyle! Pero si se le pidió al cristal que mostrase los últimos días, ¡eso implica que sigue vivo!
"Muéstranos los últimos días de Roger Carlyle"
Conmocionados, lanzan la segunda petición al cristal. Entonces, el humo de la habitación se enrosca alrededor de la vela. Al acabar el profesor la invocación, la luz reflejada en la pared empieza a adquirir forma y color. Lentamente se forma una imagen, que después se va aclarando, como una película que se proyectara en la pared.
Al principio, la escena parece indistinta y borrosa. El profesor consulta el texto, murmulla algunas palabras, ajusta la posición del cristal o de la vela y la visión se aclara de nuevo. Por fin la visión se define más claramente como una masa de gente bailando al unísono. Conforme mejora la definición, empiezan a oírse cánticos lejanos. Visiones del vasto océano y del vacío estrellado por encima de éste se tragan primero a los bailarines y luego al resto de la visión. Gradualmente, el perfil monstruoso del terrible Cthulhu empieza a condensar y a tomar el mando de la visión.
El profesor mueve ahora frenéticamente la vela de un lado a otro para intentar perder la imagen, a la vez que el horror cósmico se nota cada vez más próximo. Los cánticos arrecian y los presentes notan que la inexpresablemente clara imagen de Cthulhu les busca a través del tiempo y del espacio. El aterrorizado profesor intenta desesperadamente desconvocar la imagen, pero la inteligencia extraterrestre de Cthulhu se nota cada vez más y más, aunque finalmente su imagen acaba por borrarse de la pared.
Una vez desaparecida la imagen, el sentimiento de verse perseguidos por Cthulhu empieza a menguar lentamente. El profesor queda muy afectado por lo sucedido y pide a los investigadores (incluida la Srta. Wells) que le dejen a solas, manifestándoles que desea investigar este fenómeno con más profundidad, pero en privado.
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