LAS MASCARAS DE NYARLATHOTEP- CC- 2.21

TRES SON MULTITUD

Adrián (1).................Sofía Wells (Srta.).......Parapsicóloga (amiga de Jackson Elías)
Dani (3)...................Samuel L. Crown..........Psicólogo
Lvis (4)....................Robert Smith...............Vagabundo


Como ya viene siendo habitual, Sofía Wells está teniendo una reunión con los nuevos miembros del grupo de investigadores para contarles todo lo sucedido hasta el momento actual, las pistas halladas, los problemas, los desaparecidos, los sospechosos, Jackson Elías, la expedición Carlyle, las sectas asesinas, etc. Sin embargo, este es un patrón que se ha repetido demasiadas veces y, por si fuera poco, en la misma habitación de hotel. Así que a diferencia de las otras tres veces, alguien sabe que esta reunión está teniendo lugar. (N del G.: el inspector Barrington está firmemente convencido de que Gavigan está implicado en asuntos muy turbios. Los agentes que envió a seguir a los del camión blanco no regresaron nunca; y los agentes de la Fundación le han informado de que hay testigos que afirman haber visto trasiego la madrugada en que los investigadores asaltaron la Fundación, justo las horas entre la supuesta huída de los investigadores y la llegada de la Policía al lugar. Alguno de ellos incluso afirma que se estaba haciendo alguna clase de transporte de objetos o mudanza en un camioncito blanco, algo destartalado. Por otra parte, los asesinatos egipcios y los americanos desaparecidos no han dejado de aumentar. Ya había tenido lugar un encuentro con Gavigan que no querría repetir hasta el momento de su detención. Ahora era la ocasión de encontrarse con la que parece la cabeza del otro bando en esta guerra oculta: Sofía Wells. Además es el momento perfecto, pues los agentes que Barrington ha puesto en la recepción del hotel de Wells le acaban de informar de que dos hombres han preguntado por ella, uno de ellos con marcado acento americano, y a continuación han subido a su habitación. Esta reunión no se la perdería por nada del mundo. Puede ser la clave.)

La perorata de Wells se ve interrumpida por una llamada a la puerta. Wells abre, y se encuentra frente a un hombre que se presenta como el inspector Barrington, de Scotland Yard. Entra mientras pregunta si puede pasar, y toma asiento con total libertad en la mesa en la que hablaban los tres investigadores. Observa el lugar y a las personas que hay en él, tomando notas mentales de cada detalle. Luego se fija en la mesa, en donde hay toneladas de material para con la expedición Carlyle, Jackson Elías y la Lengua Sangrienta. Interesante...
Es un momento un tanto violento para los investigadores, ya que estos no conocen al inspector ni sus intenciones de ayudar. Para ellos es un policía, y eso significa problemas. Cuando el inspector pregunta lo que están haciendo en la habitación, Wells comienza una incómoda y titubeante explicación. Sin embargo, tiene que interrumpirse cuando el inspector comienza a ponerse pálido y se agarra el brazo. ¡Le está dando un infarto!
Robert Smith permanece conmocionado por la situación; Sofía Wells sale histérica a la escalera gritando para que llamen a una ambulancia; y Samuel L. Crown se lanza a un intento de reanimación, pero algo sale mal, y en vez de ayudar al pobre inspector acaba con él. Ha matado a un inspector de Scotland Yard... se acaban de meter en un buen lío.
La ambulancia tarda bien poco en llegar, ya que están muy cerca del hospital, pero nada pueden hacer después de la intervención “magistral” de Crown. Sólo pueden levantar el cadáver, y para eso hay que llamar al juez, y a la policía. Y ésta querrá tener una charla con los tres investigadores, por supuesto.

(N. del G.: Gavigan se dirige a su laboratorio mágico en la Casa Misr con la firme intención de acabar con el inspector. Últimamente el laboratorio está más saturado que nunca ya que ahora también contiene todos los objetos de la habitación secreta de la Fundación Penhew, y todos los objetos de Tewfik, que tenía en su tienda de especias de El Soho. Uno de estos objetos, el Espejo de Gal, es el que va a servir a Gavigan a sus propósitos. Gavigan, como sacerdote de la Hermandad, sabe hacer uso de este terrible instrumento. Sin embargo era Tewfik el que lo tenía bajo su cuidado. Ahora que Tewfik no está, el Espejo pertenece a Gavigan. Entre el caos de materiales arcanos amontonados es capaz de encontrar los viales de polvos que Tewfik guardaba celosamente en su tienda de especias: el de obra’an rojo y el de gabeshgal negro, imprescindibles para acometer esta “tarea”. Gavigan coge un poco del extraño polvillo rojo y dibuja un ankh invertido en el Espejo mientras se concentra en la imagen del inspector. Inmediatamente la superficie del Espejo empieza a brillar y a tornarse translúcida, y a continuación muestra la imagen de Barrington. Al parecer éste se encuentra reunido con otras tres personas, dos hombres y una mujer. Perfecto, testigos para su coartada. Así evitará posibles suspicacias. Gavigan toma entonces una pequeña cantidad del polvillo negro y lo aplica sobre el ojo del ankh, mientras se concentra profundamente en Barrington. Con un alto coste de energía para Gavigan, éste enfrenta su voluntad a la de Barrington; Gavigan triunfa, y Barrington tiene un ataque al corazón. Gavigan se esfuerza al límite, pero el maldito inspector lucha con su férrea voluntad para seguir viviendo. Gavigan no podrá conseguirlo... pero la resistencia acaba. Barrington está muerto. Vaya, uno de sus acompañantes ha hecho el trabajo por Gavigan. Las cosas no podrían haberle salido mejor... o eso piensa él. Por suerte para ellos, Gavigan no sabe que esas personas son los investigadores, ni que la mujer es Sofía Wells; de lo contrario, habría podido acabar de una vez con dos de sus mayores problemas, Barrington y los americanos).



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